El tema de sentir y sentir negativamente es un tema que no todas las personas lo llevan bien, es decir, se lo permiten fácilmente. Venimos de un modelo cultural y educativo en el que permitirse sentir sentimientos negativos como que no es lo que toca y que no “está bien” sentir de esa manera. Cuando en realidad, de lo que nos damos cuenta es que nuestro día a día está invadido de sentimientos, tanto positivos como negativos, y que hemos de aprender a vivir con ellos y saber qué hacer con ellos.
Los sentimientos no son ni buenos ni malos, simplemente SON, SUCEDEN, SE DAN, y hay que saber cuáles son. No obstante, aunque los sentimientos escapan de la valoración ética o moral (buenos – malos), el NO conocerlos, o NO expresarlos o NO saber canalizarlos SÍ puede tener consecuencias negativas para nuestra vida. De modo que lo mejor es saber que están ahí y hacernos conscientes de qué decido hacer con ellos (si los alimento o los desnutro), de tal modo que mi conducta sea reflejo de mis decisiones tomadas desde la razón que tamiza los sentimientos y emociones que vivo en un momento determinado de mi existencia.
Ante una emoción o un sentimiento negativo (rabia, ira, enfado, odio,...) que tenga alguno de tus hijos, la actuación que esperan por parte de los padres es que se les contenga, se les escuche, se les comprenda y se les canalice dicho sentimiento. Posteriormente, cuando esté sereno emocionalmente, ya podemos reconducir nuestra conducta y entra en funcionamiento la razón. Sin embargo, observamos con mucha frecuencia cómo desatamos el razonamiento, la lógica, el juicio, el consenso, la reafirmación y la negación cuando nos expresan un sentimiento negativo con toda la vorágine emocional del momento.
Incluso hay personas a las que le enseñaron que no debemos tener dichos sentimientos o emociones, y que el sentirlos nos convierte en “malas” personas, o en personas menos maduras, o no sé en qué rareza más. Pero lo cierto es que nuestra vida esta surcada de sentimientos y emociones negativas, y que estos están ahí. No podemos vivir prescindiendo de ellos. Entonces, ¿Qué hacer ante la presencia de un sentimiento o emoción negativa?. La manera más rápida de liberarse de las emociones o sentimientos negativos consiste en alentar su expresión. Los sentimientos negativos que se expresan y son aceptados como tales, pierden su poder destructivo, ya que descarga la energía emocional negativa que conllevan.
La fórmula para el manejo de los sentimientos negativos conlleva 3 pasos:
- Escuchar con empatía: Escucha activa.
- Aceptar los sentimientos: Que la persona exprese sus emociones sin juzgarle.
- Promover Válvulas de escape saludables: Actividad física vigorosa, yoga, taichi, baile, cantar en un orfeón, coral, senderismo, pasear, oír música, pintar, esculpir, técnicas de relajación, rezar, meditar, escribir, pintar en papel y con lápices de colores, modelar con arcilla, jugar con títeres, romper animales de trapo, descuartizar juguetes baratos, lucha de almohadas,...
Ante la presencia de sentimientos y emociones negativas lo que necesitamos todos, también tú, y especialmente tus hijos, es que haya alguien que nos acoja y que nos escuche, nos comprenda, y que no nos dé lecciones o instrucciones en ese momento, es decir, que sea empático/a con nosotros. Una vez canalizada la expresión de los sentimientos y tras un periodo de tiempo variable según cada persona, sí que podremos aceptar una pauta o un consejo desde el razonamiento y la lógica, que nos ayude a pensar y razonar y decidir qué hacer con estos sentimientos o emociones que me invaden. Todo ello ayudado por válvulas de escape que me ayuden a liberar el resto de sentimientos o emociones negativas que queden dentro de mí, de tal modo que no queden dentro de mi persona y tiendan a salir en forma de somatizaciones (síntomas orgánicos expresión de sentimientos no canalizados) y me haga daño físico o emocional que deteriore mi persona.
Es la BÚSQUEDA DE COMPRENSIÓN lo que hace que el ser humano se abra a los demás en materia de sentimientos. (Corkille, D. 2002). Aplícalo a tus hijos y aplícatelo a ti cuando lo necesites. Nadie es superman o superwoman, eso es ficción.